En una ocasión Hannah Arendt lo expresó de la siguiente forma: “La Moralidad tiene que ver con el individuo y su singularidad. El criterio sobre lo correcto y lo incorrecto, la respuesta a la pregunta ¿Qué debo hacer? no depende en última instancia de las costumbres y hábitos que comparto con quienes viven en mi entorno, ni de una orden de origen humano o divino, sino por lo que yo decido respecto a mí misma. En otras palabras, no podría llevar a cabo determinadas acciones porque, desde ese momento en adelante, me sería imposible vivir conmigo misma.” ("Hannah Arendt, vida, trabajo, tiempo", de Elisabeth Young-Bruehl, 5.ª edición, tapa blanda, Frankfurt am Main 2018)

En nuestros días, la libertad y la individualidad son a menudo equiparadas con el egoísmo. La Filosofía de la Libertad nos lleva a una visión del mundo completamente diferente, y sitúa en un mismo nivel al amor con la acción individual que nace de la libertad.